Mas alla de los problemas sociales, que emergieron en Brasil por la Organizacion de la Copa de las Confederaciones y El Mundial de Futbol, hoy se desarrollo la final de la copa, que dentro del estadio fue una fiesta. Pero por fuera se habla de protestas muy fuertes y de intervencion policial con gases y balas de goma en la ultima jornada.
En ese contexto la seleccion brasileña apabullo a su par de España
que lucio espástica. Desde que salieron los equipos a la cancha y viendo la imagen de la fila, cuando suenan los
himnos, advertí, que los locales tenían un plus por sobre la selección europea.
En un instante cuando la canción patria sonaba, se detuvo como si fuera un
error, pero no, comenzaron a escucharse los eufóricos gritos de la torcida, y
se notaba la energía que se impregnaba en la cara de los jugadores del scratch.
Arranco el partido y sin dejar transcurrir dos
minutos de juego, después de un centro desde la derecha en el que se pelearon
por conectar Neymar y Fred, luego de un rebote en el primero, y ante un atónito
Casillas que se quedo clavado sobre la línea, al ir al piso para despejar, el
centrodelantero brasileño lo anticipo, conecto, e infló la red del Estadio Maracaná.
Así comenzó el partido. Prácticamente desde los
vestuarios, Brasil ya estaba 1-0, cuando
todavía era imposible saber de merecimientos. España intento hacerse de la
pelota y manejarla como siempre lo hace, pero la ambiciosa presión brasileña no
lo dejaba desarrollar su juego de profundidad. Movía la pelota en el medio pero
sin lastimar al rival. Hay que recordar que la Furia Roja traía 29 partidos
invictos en competiciones oficiales y en cada uno de esos partidos mostraba el
mejor futbol que se podía ver por estos días sobre la tierra. Tuvo una chance
inigualable en el transcurrir del partido luego de que Pedro enfrentase a Julio
Cesar, toco sobre la derecha del arquero, pero en una barrida impensada, el
defensor David Luiz, pudo evitar que los españoles igualaran en el marcador.
Brasil demostró personalidad y otra vez, en
otro momento clave del juego, en el minuto 44 del primer tiempo, Neymar con un
lindo zurdazo, luego de tocar en la puerta del área, le rompió el arco a un
Iker Casillas que cada vez que le llegaban con peligro la iba a buscar adentro.
Al descanso se iban con dos goles en
contra y con muchos interrogantes acerca de su juego.
Solamente a Andrés Iniesta se lo vio con ganas
de jugar e ir a cambiar la situación. Sus compañeros estaban atónitos, frente a
un Brasil que era efectivo y punzante. Para colmo, al arrancar el segundo
tiempo, Marcelo roba un balón en mitad de cancha, se la pasa a Neymar y este
hace lo propio con Fred, que sin perdonar y cruzando el remate, junto al palo
izquierdo del portero marco el tercero. Desde allí no hubo ni siquiera un
esbozo de remontada. Para colmo se fue
expulsado Pique luego de una barrida a Neymar.
España conto con un tiro desde
los doce pasos después de un penal insólito de Marcelo a Jesús Navas que Sergio
Ramos se encargo de desviar al palo derecho del arquero. Es raro que en un equipo donde juegan Xavi e Iniesta, patee el nacido en Sevilla.
Notablemente, y todos
saben que el equipo europeo, no es menos que Brasil. Es más, estos últimos están
un escalón por debajo de los españoles. Pero como dice un tema de Fito Páez,
todo fue una “cuestión de actitud”. Había que salir a comerse la cancha, y los
brasileños eso lo interpretaron mejor.
El papel del referee no fue el mejor. En
algunos pasajes del encuentro se noto que no media con la misma vara, patadas
brasileñas que españolas, favoreciendo a los locales en varias oportunidades,
pero no creo que eso haya sido determinante en el desarrollo del juego y en el
resultado.
Sin dudas a España le costó el partido y desde
el minuto uno pudo notar el ambiente hostil. Sera todo un desafío para los más
grandes de la plantilla y para el cuerpo técnico, saber capitalizar la
experiencia Brasil 2013, y no tropezar con las mismas piedras en la máxima cita
del mundo del futbol, en el mismo país, pero ya en el 2014.
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