COPIAPO, Chile ( El Mercurio /GDA).- "Quiero demostrarles a mis compatriotas que con las adversidades, los chilenos sí podemos. Que si nos tumban en el suelo, nos levantaremos una, otra, otra, otra y otra vez."
En una hoja doblada en diez partes, escrita con tinta azul y que llegó húmeda hasta la superficie, Edison Peña, uno de los 33 mineros atrapados en el yacimiento chileno San José, escribió al diario El Mercurio cómo se siente y vive a 43 días del derrumbe.
"Corro dentro de la mina donde estamos presos", afirma el trabajador, de 34 años, oriundo de Santiago y fanático de Elvis Presley. Peña pidió una serie de artículos deportivos (Zapatillas y Shorts) para realizar su hobby favorito: trotar.
Su necesidad por el deporte lo llevó incluso a cortar sus elementos de trabajo para adaptarlos al running que realiza diariamente por las galerías aledañas al refugio. Pese a que en su rutina normal lo hacía por una hora, en la mina sólo corre 30 minutos.
Su idea -advierten sus familiares- es no dejar las costumbres que tenía en Santiago de Chile.
"Y cuando me duele el cuerpo, el calor me fatiga o me duelen las piernas, algo me dice y susurra en mi oído: «Detente». No lo hago, pienso en la gente de esfuerzo (...), mi padre, un obrero sacrificado como muchos chilenos, los que no tienen oportunidades", escribe.
Al comparar su lucha con la de los escoceses en la película Corazón v aliente, dice que no se rendirá. Su hermano Rafael contó que Edison hace 500 abdominales diarias y sigue corriendo, con la esperanza de su rescate. "Sólo es un pretexto decir «yo no puedo», porque sí se puede", afirma.
Pese a su optimismo, está consciente de la compleja situación que vive junto con sus 32 compañeros. "No hemos puesto un pie a salvo en la superficie; por lo tanto, no estamos a salvo", dice.
Sin embargo, tal como se vio en los videos, junto con el grupo de mineros se da fuerzas. En la carta se despide con "un abrazo", y dice que seguirá firme a la espera de su salida. "Sí, lucharemos por vivir, y no esperaré acostado a que me salven. A veces, mientras otros duermen yo salgo por segunda vez a correr en el día. Quizá de ansiedad por salir", concluye el minero, que se despide con la firma "Edison Peña, uno de los 33. ¡Viva Chile!"
Emocionada, Angélica Alvarez, esposa de Peña, relató la fuerte conexión que ha generado con su marido en los últimos días. Desde las profundidades del refugio, el minero le ha enviado dibujos de paisajes con montañas, flores y un auto que él mismo maneja, según explica en las cartas que adjunta. "Estando aquí dentro puedo soñar", escribió en una de las misivas que recibió Angélica.
Tanta ha sido la emoción de esos sueños, que Peña le pidió a su mujer que capturara una foto del sol para recordar la luz del día. Ella la tomó y luego la envió a través de la "paloma", el tubo por el que se les envían provisiones y otros objetos a los mineros.
Contenta, dice que él se mantiene con fuerzas, a la espera de su rescate. "Tiene mucha esperanza, lo único que quiere es que el rescate sea rápido. No quiere más oscuridad", concluye.